Recuperando ese “cuerpo que llamo mío”
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Resumen
Las Tecnologías de Información y la Comunicación han llegado –definitivamente- para quedarse y ocupan un lugar cada vez más preponderante en nuestras vidas. De hecho, y en muchos casos, hasta definen el quehacer cotidiano de las personas y la forma en que éstas se relacionan con el mundo. Sin embargo, su uso actual no siempre contribuye a un diálogo real entre semejantes, sino que -más bien- provocan un intercambio interrumpido, que imposibilita esa “puesta en común” verdadera. Sólo a partir de la comunicación fue posible que grupos de personas se organicen en eso que hoy llamamos sociedad y, para eso, fue necesario que se pusieran en juego seres humanos, cuya existencia se define a partir de un cuerpo que ocupa un lugar en el espacio y que está atravesado por la sexualidad y el lenguaje. Desde esta perspectiva, este artículo pretende discutir el rol que juegan las TIC (y sobre todo algunas de las aplicaciones más utilizadas en la actualidad) en la verdadera comunicación, considerando que si bien es necesario usarlas como herramientas para generar los intercambios, no hay que olvidar que nuestra existencia y la sociabilidad, en el sentido más basal del término, no dependen de ellas, sino de ese cuerpo que llamo mío.